Es aconsejable exfoliarse el rostro a menudo, para así poder conseguir una piel limpia, sin células muertas y luminosa.
Cuando lo probé me encantó, lo hice por la noche y se quedo el cutis muy bien 🙂 .
El tomate es un gran antioxidante, y aporta a nuestra piel vitaminas A y C, y minerales. Es capaz nutrir, refrescar y purificar la piel. El tomate es ideal para pieles grasas ya que ayuda a reducir la grasa de la piel y el acné, alivia irritación de la piel, cierra puntos negros, ayuda a tratar las quemaduras del sol, a mantener la piel más flexible y firme, etc.
Hacer un exfoliante casero con tomate es muy fácil de hacer, y lo podemos acompañar con otros ingredientes:
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Exfoliante casero con tomate y azúcar o sal gorda
- En un bol hacer una mezcla con el jugo de 1/2 tomate y 1 cucharada de azúcar o de sal – Se aconseja el azúcar si nuestra piel es normal, o sal gorda si nuestra piel es grasa -. Si lo deseamos podemos añadir a la mezcla unas gotitas de limón -en este caso, es aconsejable exfoliar la piel por la noche, así evitamos que nuestra piel se nos pueda manchar a causa del limón y el sol-.
- Mezclamos bien los ingredientes y masajeamos con la mezcla nuestro cutis en movimientos circulares durante unos minutos.
- Finalmente, nos aclaramos con agua tibia.
Nos podemos exfoliar con esta mezcla 1 o 2 veces por semana, nuestro rostro podrá recuperar suavidad, brillo y luminosidad.
También se puede hacer añadiendo sal sobre medio tomate y masajearnos la piel con el -puede ser más fácil-.
Si os atrae esta receta, os animo a que la probéis ¡Es genial!.